Domenico Parodi (Génova, 1672 – 1742)
Retrato de Anna Maria de Orleans (Castillo de Saint-Cloud, 27 de agosto de 1669 – Turín, 26 de agosto de 1728), primera reina consorte de Cerdeña y abuela materna de Luis XV de Francia.
Óleo sobre tela oval
75 x 58 cm. - Enmarcado 88 x 72 cm.
El cuadro retrata a una joven noble, identificable como Anna Maria de Orleans (St.Cloud 27 de agosto de 1669 - Turín 26 de agosto de 1728), hija de Felipe de Orleans (hermano de Luis XIV), que luego se casó con Vittorio Amedeo II de Saboya, en 1684.
La noble, inmortalizada de medio cuerpo con una expresión insinuante de sonrisa, está ricamente vestida con un vestido azul decorado a lo largo del amplio escote con encajes blancos, realzado con numerosos detalles/joyas, y está envuelta en un manto rojo iridiscente.
Para comparaciones iconográficas, véase un lienzo del Palacio Real, publicado en el catálogo de la exposición "Royales effiges" de Chambéry (cfr. catálogo de la exposición, Chambéry 1985-1986, p. 25), un retrato de cuerpo entero conservado en Racconigi (cfr. Noemi Gabrielli, "Racconigi", Turín 1972, p. 202;) y un óvalo en la Galería Sabauda (en M. L. Moncassoli Tibone, "Ritratti per un Re. Vittorio Amedeo II dalla storia all'immagine", Turín 1991, p. 17).
La ausencia de atributos reales no permite circunscribir la datación, aunque podemos suponer que la obra se realizó en las primeras décadas del siglo XVIII.
El cuadro, dados los caracteres estilísticos, es en nuestra opinión una obra atribuible a Domenico Parodi, uno de los mejores retratistas italianos entre finales del siglo XVII y la primera mitad del siglo XVIII que, precisamente como se desprende de nuestra efigie, establece su arte según los modelos franceses más habituales, entrando de lleno en el género del retrato ‘’a la francesa’’, inaugurado por Hyacinthe Rigaud a principios del siglo XVIII, conocido gracias a las numerosas copias y grabados.
De hecho, hay que recordar que el intenso intercambio cultural mantenido entre Francia e Italia llevó a la nobleza italiana a nutrir una profunda admiración hacia el gusto pictórico importado de Francia, sobre todo entre el primer y el segundo decenio del siglo XVIII, convirtiéndose en un modelo imprescindible para autores como Parodi.
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La obra se completa con un agradable marco dorado y se vende acompañada de un certificado de autenticidad y garantía.
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También es posible ver el cuadro en la galería de Riva del Garda, estaremos encantados de recibirle para mostrarle nuestra colección de obras.
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