Escuela de Jean-Marc Nattier (París 1685 – París 1776)
Retrato de la princesa Enriqueta Ana de Francia como Flora (Versalles, 1727 – Versalles, 1752)
hija de Luis XV (1727-1752)
Maestro francés, siglos XVIII-XIX
Óleo sobre lienzo (95 x 128 cm. - Enmarcado 107 x 141 cm.)
Detalles completos de la obra (clic AQUÍ)
Durante el período Rococó, se puso muy de moda para las nobles más influyentes de Francia hacerse retratar como diosas, y el pintor francés Jean-Marc Nattier (1685-1766) fue quizás el primero en lanzarla, gracias a pinturas impregnadas de elegancia y encanto, como la que realizó para la princesa Enriqueta Ana de Francia, retratada como Flora, diosa romana de la primavera.
Hija mayor del rey Luis XV de Francia y de su consorte María Leszczynska, era la gemela de Luisa Isabel de Francia, y posteriormente se la conoció como Madame Henriette.
Su pintura fue encargada al pintor Jean-Marc Nattier en 1742, con la princesa de apenas quince años, destinada a los apartamentos privados de la reina en Versalles (ver imagen en los detalles), donde todavía hoy está ubicada (MV 3818), y pertenece a la célebre serie de retratos de las hijas de Luis XV.
Una pintura que retrataba a la hija del rey en una pose inusual, sin vestidos y joyas opulentas, sino rodeada sólo de flores, sin la típica pose de representación, fue una novedad pictórica que obtuvo de inmediato un gran aprecio.
Éste, así como los otros retratos alegórico-mitológicos que siguieron, regalaron al pintor una década de grandes éxitos parisinos, ya que todas las damas de la corte del rey Luis XV deseaban ver su propia imagen en trajes mitológicos clásicos como modernas divinidades.
La figura de la joven está integrada en el mundo poético del Olimpo: la princesa como Flora que compone una corona de flores, tendida sobre una roca y rodeada por la naturaleza, está simplemente vestida con un vestido blanco embellecido con un drapeado azul, envuelta por un cielo nublado con reflejos rosados. En la lejanía, sobre una pendiente oportunamente posicionada, aparece una ciudad a lo lejos.
De la obra siguieron una serie considerable de réplicas, entre ellas, naturalmente, la destinada al dormitorio del rey en el castillo de Choisy (1745, Versalles, MV 4457), luego la conservada en el Louvre (https://collections.louvre.fr/en/ark:/53355/cl010054854), o la de Florencia en el Museo de los Uffizi. Otra versión, ahora desaparecida, de la colección Rothschild en París, precisamente era la copia que apareció en la colección del Duque de Orleans en el Palais-Royal en 1826.
En cuanto al cuadro que proponemos, se trata de una réplica de prestigio, datable entre los siglos XVIII y XIX, que retoma la calidad y la definición de los detalles. Expone en su totalidad la elegancia formal y estética requerida por el taller del maestro para la exigente clientela aristocrática. Obsérvese la minuciosa representación de los rasgos del rostro y la nitidez de los contornos subrayados por la luz, tanto en los detalles del rostro como en los reflejos de la coraza, plasmados con gran maestría.
La obra se presenta con un estado de conservación bueno, con un marco de madera dorada.
INFORMACIÓN ADICIONAL:
La obra se vende acompañada de certificado de autenticidad y ficha iconográfica descriptiva.
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Es también posible ver la pintura en la galería de Riva del Garda, estaremos encantados de recibirles para mostrarles nuestra colección de obras.
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