El Arcángel Miguel
Guido Reni (Bolonia 1575 - 1642) Taller/Seguidor de
Siglo XVII-XVIII
Óleo sobre lienzo (104 x 68 cm. - En marco 109 x 68 cm.)
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El cuadro propuesto, de elevada calidad, retoma el célebre San Miguel Arcángel de Guido Reni, realizado en 1635 para la Iglesia de los Capuchinos en Roma (FOTO 1), erigida por donación del cardenal Antonio Barberini (1569-1646), hermano de Urbano VIII.
Tras una intensa formación en Bolonia, en 1602, el joven de veintisiete años Guido Reni, se dirigió a Roma, convirtiéndose pronto en un célebre intérprete del gusto de los ambientes culturalmente más influyentes, y conquistando la protección de grandes personajes como los papas Pablo V, Urbano VIII y Escipión Borghese.
El Arcángel Miguel, comprometido aquí en la lucha contra el Mal, es representado como un joven de rara belleza, fuerte y delicado al mismo tiempo que, con la espada desenvainada, rechaza al infierno a un irritado diablo, de cuyo calpesta la cabeza con el pie. Los suaves paños envuelven el cuerpo del ángel con un intenso clasicismo, donde una equilibrada composición dirige la atención del observador a su rostro angelical.
Grande fue el reconocimiento y la estima de los contemporáneos, y el cuadro cosechó desde el inicio un éxito increíble, cómplices también las polémicas que suscitó por parte de los Pamphili, familia desde siempre en lucha con los Barberini, comitentes de la tela.
El Reni de hecho, al conocer que el cardenal Giovanni Battista Pamphili, el futuro papa Inocencio X, lo había difamado, por venganza personificó el Diablo con el rostro del mismo. La astucia de Guido Reni fue la de aprovechar la histórica competencia entre dos de las familias más influyentes en el Seiscientos en Roma, los Barberini y los Pamphili precisamente, para una su personal venganza, y al mismo tiempo regalando a su obra una celebridad improvisada.
Reni se adentró en la ejecución de este sujeto en diversas ocasiones, muy apreciado por su clientela, gracias a las características de limpieza formal y equilibrio global de la composición que hacen de él aún hoy uno de los pilares del clasicismo romano.
Con la ayuda de su taller usaba volver más veces sobre los mismos sujetos, produciendo versiones de sus composiciones de mayor éxito, lo que hace difícil desenvolverse entre réplicas autógrafas, obras de taller, a menudo enriquecidas por su intervención, copias que devienen relecturas autónomas por parte algunos de sus mejores alumnos.
Podemos afirmar que la tela propuesta es obra de un artista del taller o de un seguidor del Reni, realizada en un momento sucesivo a su muerte.
INFORMACIONES SUPLEMENTARIAS:
El cuadro se vende completo con un marco dorado y está acompañado de certificado de autenticidad y ficha iconográfica descriptiva.
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