Caja pequeña de bronce y cobre dorado, centro de Europa, siglo XVI.
Dimensiones: 13 x 17,2 x 12,2 cm
Esta espléndida caja, que se apoya en el suelo mediante cuatro pies esféricos de bronce dorado, presenta una estructura con marcos lineales sobre los que se fijan, mediante unos deliciosos clavitos de metal remachados, cinco refinadísimas placas historiadas de cobre dorado.
Éstas, finamente trabajadas en relieve y cincel, son muy ricas en detalles y ponen de manifiesto una gran calidad de ejecución.
El tema representado es la vida de Jesús.
Placa lateral izquierda
La primera en orden cronológico.
Se representa la Anunciación.
La escena tiene lugar bajo un pórtico, donde María, sentada, está leyendo un libro.
Ella es sorprendida por el arcángel Gabriel que, de pie y sosteniendo en su mano derecha el clásico lirio, anuncia a la Virgen el feliz acontecimiento.
Cabe destacar el equilibrio de la composición y la elegancia de los drapeados en las vestiduras de los dos personajes.
También hay que destacar la calidad de ejecución de las alas del arcángel, la del jarrón colocado entre los dos y la del pavimento, capaz de ofrecer, en una superficie tan pequeña, una clara idea de perspectiva a la escena.
Placa frontal:
Se representa la Adoración de los Pastores.
La escena tiene lugar en el límite entre una gruta/templo, representada con arquitecturas de diversa índole, y el exterior, representado con una suave alfombra de hierba sobre la que se pueden ver algunas piedras, un curso de agua y árboles.
Jesús está dulcemente apoyado por María en la cuna/pesebre, vigilado por dos Ángeles, iluminado por una vela sostenida por San José y calentado por el buey y el asno.
Aquí recibe la adoración de los pastores, que, con las vestimentas clásicas y acompañados por el inseparable perro, vienen a visitar al recién nacido.
Placa posterior
La adoración de los Reyes Magos.
También en este caso la escena tiene lugar en un ambiente a medio camino entre el interior y el exterior.
La Sagrada Familia se representa esta vez en el lado derecho de la composición.
José está de pie apoyado en un bastón, detrás de María que, sentada, sostiene en brazos al Niño Jesús.
Los tres Reyes Magos, con suntuosas vestimentas, traen a Jesús los clásicos regalos... oro, plata y mirra.
Esta vez el Niño se representa muy despierto e interactúa directamente con el Mago más cercano a él, tocando con la mano el regalo contenido en un elegante jarrón que se le ofrece.
También en este caso la placa resulta muy agradable, equilibrada y rica en detalles.
Placa lateral derecha
La circuncisión.
Ocho días después de su nacimiento, Jesús fue circuncidado según la práctica judía de la Milá.
La escena tiene lugar en el interior de un edificio, quizá el templo de Jerusalén, o en casa de José.
A la luz de una antorcha sostenida por un hombre de pie a la derecha, el sumo sacerdote, sentado en un elegante asiento decorado con una máscara, practica a Jesús la circuncisión.
El Niño es sujetado por José y, a su espalda, se ve a una mujer, probablemente María.
Un quinto hombre está de pie al fondo.
El punto focal de la representación está ligeramente descentrado a la izquierda de la placa.
Aquí se reúnen la mayoría de los personajes y, en particular, en primer plano se describe el momento exacto durante el cual el sumo sacerdote realiza, con la ayuda de un pequeño cuchillo, la operación.
Placa superior
La Crucifixión.
Acontecimiento considerado por los cristianos como el evento culminante a través del cual Cristo, con su propio sacrificio, llevó a cabo la salvación del pueblo del pecado.
La crucifixión de Jesús tuvo lugar en el monte Gólgota.
En el fondo de la placa se puede ver la ciudad de Jerusalén, en el centro, en primer plano Cristo crucificado, con a su lado, en el lado izquierdo, las figuras dolorosas de María y del "apóstol predilecto" que, afligidos, rezan mirando en dirección a Jesús.
En el lado opuesto, dos soldados, uno a pie armado con un escudo y una lanza y el segundo montado en un elegante corcel, observan la triste escena.
También esta placa se presenta rica en detalles: la minuciosidad con la que se ejecutan las figuras, las arquitecturas, el cielo con el pequeño sol y el gran torbellino de nubes dispuesto a cubrirlo, el terreno, cubierto de hierba, piedras y árboles.
Toda está realizado con maestría y gran atención a los detalles, lo que confiere a la caja un importante valor añadido que, sumado a los de la elegante estructura arquitectónica y las equilibradas proporciones, la convierte en una obra verdaderamente agradable y refinada.
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