Par de morillos de chimenea en bronce dorado, Francia, principios del siglo XIX.
Medidas: H 37 x L 38 x P 12.5 cm
Precio: negociación reservada
Objeto acompañado de certificado de autenticidad
Este valioso par de morillos fue realizado en Francia a principios del siglo XIX. Los morillos son de bronce finamente cincelado y dorado, y presentan ornamentos y decoraciones características de la época de Luis XVI.
Se pueden observar volutas y roleos, piñas y drapeados de marcado gusto clasicista que contrastan con un fondo en esmalte azul que intensifica su luminosidad y profundidad. En el centro se encuentra la cabeza de la diosa Ceres, Madre Tierra, que en la iconografía clásica se representa con la cabeza ceñida por espigas de trigo, racimos de uvas y ramas de laurel. Ceres o Deméter en griego, hermana de Zeus, en la mitología griega es la diosa de la fertilidad, numen tutelar de las cosechas, protectora de la agricultura y del trigo, constante nodriza de la juventud y de la tierra verde, artífice del ciclo de las estaciones, de la vida y de la muerte, protectora del matrimonio y de las leyes sagradas. El laurel es una planta siempre verde, característica que confiere al vegetal el símbolo de la inmortalidad y, si se utiliza junto a otros símbolos, como adjetivo icónico, se convierte en significado de eterno e imperecedero.
Por encima del cuerpo central horizontal, se coloca un elemento trípode, con pata caprina, en cuya circunferencia se insertan tres cabezas de cabra con largos cuernos de los que parten guirnaldas floridas y en la cima, en el centro, una importante llama que claramente hace referencia al fuego de la chimenea. También aquí, el detalle de una faja decorada con esmalte azul ayuda a crear contraste cromático y luminosidad al conjunto.
Los morillos se utilizaban para ayudar a que el fuego quemara mejor, levantándolo. El propósito primario de los morillos es, por lo tanto, levantar el fuego, de modo que el aire pueda alcanzarlo desde todos los lados para hacerlo quemar mejor. Mientras que hasta el siglo XVII eran en su mayoría de hierro, a partir de este período se realizaron en bronce y en latón, materiales que en la época eran costosos y difíciles de encontrar.
Hoy en día pueden ser utilizados para mejorar la aireación de la leña, para prevenir el deslizamiento de la leña fuera del fuego y para decorar la chimenea. Este bello par de morillos puede también ser expuesto como objeto decorativo junto o sobre una chimenea moderna o como refinado y elegante adorno de sobremesa.