Estas máquinas contadoras de tiempo se utilizaban, colocándolas en los vestíbulos de los monasterios, para señalar las horas de las funciones religiosas diurnas y nocturnas. La gran campana de hierro forjado tiene diferentes tonalidades de sonido que van desde muy fuerte hasta delicado, el martillo golpea el interior de la campana de forma lenta y cadenciosa. De particular relieve es la función nocturna que, mediante una palanca, silencia el reloj.
La estructura del reloj es de madera de roble adornada con aplicaciones en latón pulido en los tres frontispicios; el gran cuadrante, trabajado y grabado a buril, representa el mar con los tritones (en la mitología griega los Tritones eran los hijos del dios del mar Tritón), también están las granadas que representan la tierra y la vida, rodeadas de racimos y singulares flores; en las tres cornisas, en cambio, están incrustados símbolos religiosos típicos de estos relojes. Muy particulares son los cuatro pináculos de latón forjado y pulido. La gran campana está sostenida por varillas de latón con pináculo superior. Pies en forma de cebolla estrangulada de latón forjado y pulido.
Posteriormente se tiene acceso al mecanismo a través de una gran puerta que deja entrever la máquina y la gran palanca del martillo sonador para evitar vibraciones. Aquí podemos observar un particular contrapeso de latón que también es llavero. La máquina, enteramente de latón, es de carga de siete días con barriletes dentados que accionan el tren del tiempo y el tren de la sonería. El escape es de áncora con pequeño rodaje. El péndulo, de pequeñas dimensiones, es accionado por una suspensión metálica. En la parte frontal, la esfera de cobre latonado esconde un secreto. De hecho, desmontándola (operación muy compleja), vemos la datación del reloj (1847) y los monogramas de quien construyó el reloj y el número de (pocas) piezas ejecutadas. El reloj está firmado en la contra-esfera “Gimilini Nantes”. Estos tipos de relojes presentan un aspecto arcaico y misterioso, pero al mismo tiempo son elegantes y de excelente factura. El producto está conservado en perfectas condiciones, funcionando y con buena precisión.
Extrema rareza
Francia (Nantes) – Datado en 1847
Medidas: altura cm. 38 – anchura cm. 20 – profundidad cm. 20